Y llegó el momento de confirmar la fe. Dios tiene su ritmo.

El pasado 19 de junio, en la parroquia salesiana de San Antonio Abad se confirmaron un grupo de jóvenes y de adultos; entre ellos estaban Amparo, Mª José y Eva, madres de alumnos y exalumnos de nuestra casa del Colegio María Auxiliadora; Sabrina, hermana de un exalumno y Mariana, alumna de 2º Bachillerato y animadora en el centro juvenil La Valponasca.

La oportunidad surgió al confirmarse el hijo de una de ellas. – “¿Sabes que yo no estoy confirmada?”- “ Pues eso tiene solución”. Y surgió la convocatoria para los adultos que lo desearan. Un pequeño grupo respondió, llenas de ilusión y ganas. Juntas han recorrido a lo largo del curso la formación para este momento, y ha sido para ellas una bonita experiencia en la que compartir la fe y la amistad. Nos cuenta cómo lo han vivido:

“En mi caso, desde que me involucré en el proyecto de la Valponasca hace ya varios años, tenía claro que de una forma u otra quería continuar en el cole y con el camino de la fe; algo que se hacía posible gracias a la oportunidad de la Confirmación.

No me lo pensé dos veces porque quería aumentar mi fe y que mi vida estuviera enfocada en ello, por eso me metí al grupo de Joves para empezar a formarme; allí teníamos actividades de Tiempo Interior y oración. Empecé el curso con más compañeros y amigos, pero con el paso del año lo fueron dejando y me quedé yo sola, algo que no me preocupaba ya que yo sabía lo que quería y cuál era mi objetivo.

A final de este año, Conchi me dio la oportunidad de juntarme con otro grupo que también querían realizar el sacramento de la Confirmación. Todo esto también ha sido posible gracias a las personas con las que he compartido. Me ha encantado dar este gran paso juntas y poder conocer a cada una de ellas, de las que me llevo un trocito de corazón”. (Mariana).

 

“Cómo mamá de alumno del colegio, desde que empezó mi hijo en este camino de la Fe en el que como padres lo acompañamos, me he ido involucrando en cada momento de Fe que hemos revivido juntos. En mi caso, me faltaba algo: la confirmación para reafirmarme en la Fe; y no dudé ni un momento en querer hacerlo en el lugar que nos ha acompañado durante tantos años y con la mejor catequista que podíamos tener. Gracias a mi madrina que la elegiría mil veces porque sé que será una gran guía para mí. Gracias a las Salesianas por los valores que inculcan a nuestros hijos y a sus familias; y gracias a este grupo de compañeras que siempre llevaré en mi corazón”. (Eva).

 

Como antigua alumna, desde primer momento quise que mis hijos tuvieran el espíritu salesiano que a mí me inculcaron desde pequeña y están cursando en nuestro cole.

Gracias a la oportunidad que se me ofreció desde el colegio Salesianas de realizar este sacramento de Confirmación no lo dudé, sabía que iba a estar de maravilla.

También mencionar a nuestra catequista, Conchi, que nos ha hecho muy ameno este camino, junto con un grupo que se ha convertido en el de unas grandes amigas. Doy gracias a esta experiencia maravillosa de la que me llevo muy buen recuerdo”. (Amparo).

 

“Como cuentan mis compañeras, en cuanto supe que tenía la oportunidad de confirmar mi fe en el colegio, donde tanto mis hermanos, como mi hijo se han formado, y en el que yo he participado,

tantas veces de la alegría salesiana con el grupo Amics y de teatro; no he dudado un instante en encauzar mi creciente espiritualidad, bastante tiempo dormid, y renovarla y despertarla junto con la familia salesiana. Ha sido muy fácil y todo un lujo, junto con mis compañeras y con mi catequista Conchi. Ahora siento que tengo que mantener y dar a conocer a otros esta realidad, de la mano de Nuestra Madre María Auxiliadora y en el seno de la comunidad salesiana que tanto quiero”.

El tiempo de Dios tiene su ritmo para cada persona. No importa cuándo se llega, importa el llegar y el descubrir que Dios cuenta con cada uno y que es capaz de sorprenderle en cualquier rincón del camino.