Hoy 27 de marzo, día Mundial del Teatro, no podemos dejar de pensar en homenajear a esta disciplina por la importancia que tiene en nuestra casa Salesiana. Precisamente, Don Bosco es patrón de los actores y actrices, entre otros, debido a la relevancia que tuvo el teatro dentro de su sistema preventivo.
En un principio no lo concibió como una herramienta pedagógica sino que la iniciativa de introducir el teatro en el día a día del Oratorio que había creado en Valdocco fue la de entretener a los muchachos que ya se habían confesado mientras que hacía lo mismo con el resto (Así podemos leerlo en Memorias de Don Bosco III, 592-594). Poco a poco comprendió que esta disciplina encajaba perfectamente con el carisma salesiano: “El único medio para ganarse la confianza de los muchachos y tenerlos alejados del mal era tratarlos con confianza”. Así conseguía prevenir las faltas y no tener que castigarlos mientras que cada día eran mejores y más trabajadores. El juego que implica la interpretación, junto a la alegría que experimenta con ello, embaucaba a los jóvenes y los alejaba de problemas pero dejó bien clara cuál era su finalidad: “El teatro debía de servir para divertir e instruir siendo obras morales y breves”. Incluso el propio Don Bosco escribió alguna que otra obra a destacar una sobre el sistema métrico decimal.
Hoy la realidad que vivimos en nuestros colegios es muy diferente a la de Don Bosco pero si algo compartimos con él es que el TEATRO es un instrumento educativo abierto a todos materializándose en nuestro Colegio María Auxiliadora (Valencia) en extraescolares en Primaria, en optativas en la ESO y en musicales del Centro Juvenil “La Valponasca” y el AMPA. Insistimos en que, más allá del acto artístico y su resultado, hay que destacar el proceso educativo que se realiza inculcando honestidad, trabajo en equipo, superación personal, interioridad, relación de grupo, colaboración, autoestima, capacidad comunicativa… siendo ellos protagonistas de su propia existencia.
Podríamos decir que estos fueron los comienzos de una tradición teatral en las casas salesianas y no es de extrañar que todos los colegios Salesianos cuenten con un TEATRO entres sus instalaciones como referente. No debemos olvidar tampoco que el teatro integra educativa y pastoralmente a un grupo de jóvenes que actuando aprenden a ser personas, cristianos, artistas y felices.
Noelia Espert Requena
