EL ARTE DE COMBINAR LOS SONIDOS CON EL TIEMPO

Esta es una de las definiciones que tiene este Arte tan maravilloso, que para mí tiene un sentido muy especial.  

Cuando me preguntan porque estudié música, siempre respondo que desde bien pequeño así lo quise, y fue con el Violonchelo, con este  instrumento musical concretamente, con el que me convertí en músico. 

¿Y por qué el violonchelo?  

De todos los instrumentos que escuchaba, el único que me hacía sentir una emoción especial y de corazón, era el violonchelo. Esas vibraciones que desprendía al sonar el instrumento, su timbre, su presencia me hacía sentir bien.  

  

Decía el gran compositor  Ludwig  Van Beethoven 

“La música puede expresar realidades, objetivas o imaginarias, estados de ánimo y emociones, e incluso sentimientos hasta ahora desconocidos; además, puede hacerlo mejor que las otras artes, ya que la música es un lenguaje privilegiado…”  

 

La Música cumple una función de vital importancia en el desarrollo cognitivo del ser humano. 

Dentro del ámbito educativo, “La música” es una herramienta fundamental en el desarrollo integral de los niños. Es el mejor vehículo para transmitir cualquier tipo de aprendizaje de forma lúdica y obtener de los pequeños respuestas positivas. Tiene la característica de estimular estados emocionales que ayudan a que se desenvuelvan en el entorno y a forjar su personalidad. 

Por ello, la “Música” es un elemento clave en todas las fases del desarrollo infantil, especialmente en la primera etapa, después primaria y llegando ese desarrollo hasta secundaria.  

Los beneficios de estudiar música son muchos e importantes, por poner algún ejemplo: 

Estimula la imaginación y la creatividad. 

Aumenta la capacidad de concentración y atención. 

Mejora las habilidades matemáticas y de razonamiento más complejos. 

Fortalece el aprendizaje, contribuyendo al conocimiento lingüístico de palabras, sonidos y significados. 

Estimula la inteligencia emocional. A nivel psicológico, despierta y desarrolla emociones y sentimientos que pueden modificar su estado de ánimo y promover la reflexión, además de fomentar el autocontrol. 

Estimula la expresión corporal y potencia el control rítmico del cuerpo cuando la música va acompañada del baile. 

Desarrolla la autonomía en sus actividades habituales. 

Desarrolla la aptitud musical y la coordinación motriz. 

Etc….  

 

Al entrar en el Colegio como profesor, me di cuenta de un rasgo característico e importantísimo del carisma salesiano, “La alegría”, y lo ligado que está a la música.  

En este mes de Mayo que es tan salesiano por las dos festividades que se celebran en él, Madre Mazzarello y Mª Auxiliadora, y por supuesto también Don Bosco en Enero; la música debe estar presente para que nuestros/as  alumnos/as  sientan aún más la alegría de pertenecer a un colegio salesiano.  

 Para terminar me gustaría poner una cita del escritor Khalil Gibran, decía así:  

La música es la lengua del espíritu. Su corriente secreta vibra en el corazón de quien la canta y el alma de quien la escucha”.  

 En definitiva, todos buscamos escuchar o interpretar música, una “Música” que nos haga emocionarnos, en todos y cada uno de los momentos de nuestra vida.   

 

Julián Briega, profesor de Música.