Lo estamos viendo. Nuestro mundo, nuestra casa común sigue herida. A pesar de los avances, a pesar del desarrollo de la técnica y de la ciencia, a pesar de muchos esfuerzos… seguimos inmersos en un mundo en conflicto. No aprendemos: la violencia no es el camino, la violencia no consigue nada, solo destruye y daña.
Nuestro mundo sigue lleno de conflictos armados; la humanidad vive amenazada por un armamento capaz de destruir nuestro planeta. Además, el hambre, las injusticias, la opresión de fuertes contra débiles.
Un mundo lleno de violencia: Etiopía, Yemen, Siria, Haití, Afganistán… ahora Ucrania. Guerra, siempre guerra. Y no solo esto también el acoso, el bulling, el racismo, la violencia de género; y nuestras peleas, nuestros insultos, nuestra agresividad…Parece que nos hemos acostumbrado a la violencia.
Jesús nos ha saludado con la Paz. Ha llamado felices a los que trabajan por la paz. Co Él hemos descubierto que LA VOCACIÓN DEL MUNDO ES LA PAZ, un mundo en el que todos somos amigos y hermanos.
Hoy queremos pedirle que esa Paz sea una realidad; que cese la guerra en Ucrania y en todos los lugares donde hay conflictos.
Y también queremos que nuestra voz sea compromiso:
- No queremos vivir en la violencia, queremos la paz que se construya en el diálogo y la tolerancia.
- No queremos aceptar la venganza como forma de arreglar las cosas, queremos acoger el perdón.
- No queremos vivir en egoísmo; queremos ser solidarios
- No queremos que nos dirija la envidia, sino el amor.
Denunciamos los gestos agresivos, el racismo, la discriminación, la intolerancia, el acoso escolar y todos los acosos, la trata de personas, los abusos, la explotación de cualquier tipo, la violencia sobre cualquier persona.
Hoy queremos ser nosotros PAZ, reivindicar la Paz, construir un mundo en Paz.
NO A LA GUERRA, NO A TODO TIPO DE GUERRA…