Infancia y confinamiento

Aquel 16 de Marzo del 2020 el mundo se paró…Y con este parón los niños dejaron de ser niños, para convertirse en superhéroes que debían ayudar a salvar el mundo de un “bicho maligno” llamado COVID-19. 

Desaparecieron sus rutinas más fundamentales. Ya no irían al colegio, no asistirían a sus extraescolares favoritas, no saldrían de casa y lo peor de todo era… que ya no jugarían con sus amigos ni verían a sus familiares más queridos hasta nuevo aviso. 

Todo empezó como una aventura en la que todos nos propusimos aprovechar para hacer y disfrutar de las cosas más cotidianas sin la prisa que todo aderezaba el día a día más habitual. 

Hasta que empezaron a llegar los comunicados y videollamadas de S.O.S… Los más peques de la casa, estaban perdiendo el apetito, les costaba dormir, su comportamiento estaba cambiando y algunos, incluso, se mostraban tristes y apáticos. Padres agobiados y estresados por la amplitud de roles a desempeñar. Padres que siempre lo habían sabido llevar, ahora, se sentían desbordados y lo que en un principio parecía una oportunidad, se convirtió en un caos que solo podría ser arreglado con la superación de un montón de retos. 

Ya no eran suficientes los consejos comunes y globales, debíamos adentrarnos en cada casa y cada familia para poder ayudarles. 

Niños inteligentes se mostraban tristes y desmotivados, niños flojos les costaba encontrar su camino y los que más ayuda necesitaron siempre, se encontraban totalmente perdidos y desamparados sin el aliento del grupo. 

Aquellos niños más sensibles empezaron a sentir pánicos y los más fuertes y valientes se transformaron en vulnerables, lo que generó mucha inseguridad y angustia. 

No sabemos a ciencia cierta cuáles serán las consecuencias que tendrán en nuestros más pequeños todo lo que ha traído consigo el confinamiento. No tenemos datos empíricos para poder predecir cómo volverán a ser y ni siquiera sabemos si algún día conseguirán hacerlo. Pero han quedado demostrado 5 cosas fundamentales, muy claras. 

  1. Lo importante de pasar el tiempo sin prisa, del mirar a nuestros pequeños a los ojos escuchando lo que antes sólo oíamos. 
  2. La importancia de las rutinas y horarios que nos hacen sentir que la vida no ha parado del todo y nos hacen sentir seguros. 
  3. La necesidad de enseñar a los más pequeños a ver lo positivo de las cosas y en caso de no verlas, dotarlos de las herramientas para conseguir transformarlas y ser siempre agradecidos. 
  4. La necesidad de enseñarles a hablar de las emociones, de dar la importancia que tiene al “cómo nos sentimos” , adultos y pequeños. 
  5. La gran capacidad que tienen los infantes de superar sus más grandes miedos y temores. Aprendamos de ellos, el miedo no puede paralizarnos. 

Hoy, 25 de Mayo, el mundo empieza poco a poco a ponerse de nuevo en marcha y a girar muy lentamente. Enseñemos a los niños a volver con calma a la normalidad y no olvidemos todo lo que hemos aprendido juntos. 

NO TODAS LAS TORMENTAS LLEGAN A PERTURBAR TU VIDA, ALGUNAS VIENEN A DESPEJAR TU CAMINO. 

Begoña Roig Suárez (Orientadora de Infantil y Primaria)