El tercer maestro: espacios que educan
El primer maestro de cualquier niño es su propia familia, en ella aprendemos los rasgos fundamentales de nuestras personalidad y que nos acompañarán durante toda nuestra vida. En un estadio inferior se encuentra el segundo maestro, este es la escuela, ese entorno de aprendizaje donde todos los días los alumnos, los profesores, el PAS, interactúan para avanzar en el desarrollo holístico de todos y cada uno de nuestros alumnos y, por último, se encuentra el tercer maestro: el espacio físico educativo. Y es sobre este espacio, el educativo, donde queremos compartir con todos vosotros los motivos y razones por los que lo consideramos fundamental para el proceso de enseñanza-aprendizaje de nuestros alumnos en el Colegio María Auxiliadora.
Los espacios educativos deben cambiar del mismo modo que cambia la sociedad y cambia la manera de educar. Las nuevas metodologías requieren de espacios dinámicos, sencillos e intensos donde sean lugares de fluir distintas realidades, distintas metodologías y distintos ritmos de aprendizaje y, todo esto, no lo podemos conseguir con espacios tradicionales de aprendizaje.
El retorno de la inversión en nuevos espacios se traduce en una mejor educación, una educación al servicio del educando, al servicio como agente facilitador de experiencias de aprendizaje acorde a los estilos de vida de nuestros alumnos del siglo XXI.
Para ello es imprescindible diseñar lofts educativos y en ellos mobiliario para los distintos alumnos que conviven en el aula. No hace falta señalar en este artículo, qué tipo de mobiliario necesitan los alumnos con aprendizaje kinestésico, o los visuales o los auditivos. Esas distintas realidades estuvieron presentes cuando diseñamos nuestra nueva biblioteca multiusos. La primera de muchos nuevos espacios que tenemos proyectado en el colegio para los próximos años.
Resulta complicado conjugar la uniformidad en el aula a nivel de mobiliario y espacios con los distintos aprendizajes y sus distintos ritmos que tienen los alumnos en la realidad actual.
Estos nuevos espacios rompen la estructura tradicional en diseño de colegios donde centra la estructura arquitectónica en el docente y su status en el espacio aula.
Me gusta mucho señalar la idea de Prakash Nair que señala que los colegios deben ser edificios que aprenden, espacios “ innovadores y versátiles que se adaptan a las necesidades de los alumnos a medida que estos van evolucionando”.
Nuestros espacios deben ser esos lugares que unen a las personas, que unen a los maestros y sus alumnos, lugares que catalicen experiencias positivas de relaciones entre personas con el objetivo de educar también por el entorno de desarrollo. Lugares con mobiliario, colores, texturas, iluminación que fomenten la creatividad, la alegría. Elementos indispensables para una escuela salesiana y para cualquier centro educativo que considere que tan importante es el qué, como el cómo y dónde de la educación de sus alumnos.
Por último, para finalizar os propongo una cambio en la ecuación de la educación en nuestro colegio para ser escuela del siglo XXI:
ECUACIÓN DE LA EDUCACIÓN : alumnos+familia+profesores+espacios educativos
1-Ganador del CEFPI MacCowell Award, Mayor galardón que se concede a los diseños de espacios educativos
Ignacio de L. Torán Busutil