CONECTAMOS
No sabíamos que estábamos a punto de vivir un acontecimiento histórico, la pandemia del COVID19. Oíamos noticias de otros países: China, Italia…pero creíamos que no nos iba a pasar a nosotros.
A principios de marzo fuimos viendo cómo estos países se confinaban, cerraban sus comercios, sus colegios… pero nosotros seguíamos celebrando el inicio de las Fallas, nuestras tertulias, nuestras salidas con amigos y familiares, nuestro día a día seguía siendo el mismo. La segunda semana de marzo ya fuimos viendo cómo la realidad se nos acercaba, invadiéndonos de incertidumbre, pena y nerviosismo.
En el ambiente se respiraba el inminente confinamiento, pero todavía nos manteníamos ausentes a la realidad.
Decidimos celebrar nuestro día fallero para que nuestros pequeños se fuesen con buen sabor de boca, que tuviesen un ambiente festivo antes de experimentar lo que venía.
Intuyendo lo que se avecinaba, aconsejamos que el día anterior llevasen a casa los libros que considerasen los profesores por si acaso… y…efectivamente, el jueves 12 de marzo nos informaron que a partir del día 16 debíamos estar confinados durante, al menos, quince días.
Ese día cambió nuestro rumbo, reuniones con carácter urgente, organización del personal docente y PAS para poder ir por turnos a nuestro puesto de trabajo…fue un día muy intenso.
Más tarde, se nos informó que no podíamos asistir ni siquiera al Colegio, por tanto, teníamos que teletrabajar.
Lo primero que pensamos fue: nuestros niños y nuestras familias nos tienen que sentir cerca. A partir de ese pensamiento vino todo lo demás.
Reuniones diarias, días de teletrabajo de 24 horas. Sin jornada laboral establecida y, a su vez, con hijos en casa que tienen que hacer tareas y cónyuges que tienen que irse a trabajar o también teletrabajar.
Comenzamos a ver cómo seres cercanos se iban infectando del virus. Los datos de muertes e infectados en España empezaban a ser desorbitados.
A la fuerza tuvimos que entrar en esta dinámica, que también nos ha servido para darnos cuenta de muchas cosas y nos ha aportado muchas emociones y sentimientos que nos perdurarán para siempre.
Los docentes hemos tenido que ver la mejor forma para hacernos presentes en nuestros niños y en acompañar a todas las familias. Nos hemos reinventado y lo seguimos haciendo para poder llegar a ellos.
Detrás de las programaciones semanales, las publicaciones en redes sociales, los correos de Alexia… hay un esfuerzo enorme para que nuestros más pequeños y sus familias sientan que estamos a su lado. El Colegio sigue “abierto” para todos.
Como en todo, debemos ver siempre el lado positivo. Esta situación nos ha servido también para disfrutar mucho de nuestra familia y recuperar aquellos momentos que teníamos olvidados en nuestra logística diaria. Hemos aprendido a valorar todas las pequeñas cosas a las que antes no dábamos importancia y que, a partir de ahora, no las olvidaremos nunca.
Además, nos hemos dado cuenta de que tenemos superhéroes a nuestro alrededor: médicos, enfermeros, auxiliares, policías… pero que no se nos olvide que nuestros peques están siendo unos súper campeones. Al principio nos costó mucho creer que iban a aguantar este tiempo encerrados, pero nos han demostrado que lo hacen mejor que nosotros, sin ninguna duda.
Todos el equipo de docentes, PAS y salesianas os echamos mucho de menos. ¡Necesitamos veros y sentiros! Porque otra cosa no, pero el teletrabajo nunca sustituirá el trato con las personas. Necesitamos el contacto, el cariño, la cercanía, la entrega, el amor…para poder seguir.
No podemos olvidar que estamos siempre acompañados, que Ella nos ayuda desde el Cielo a ver la vida más bonita. En el mes de mayo, mes de la Virgen, GRACIAS MARÍA por acogernos bajo tu manto y darnos tu protección.
Así que, todo el esfuerzo que estamos haciendo va a valer la pena. En este momento lo más importante no es estar juntos, sino estar unidos. TODO VA A SALIR BIEN. ¡Nos vemos pronto! ¡Os queremos!
Carla Sevilla Gómez