De nuestra fe en la Resurrección de Jesucristo nace nuestra espiritualidad de la alegría y de la fiesta. Por eso, estas son un eje vertebrador de toda la acción educativa-evangelizadora que se desarrolla en el colegio. Son signo de una propuesta de santidad cercana, sencilla, alegre y serena que se entronca en la vida de fe y en el valor del trabajo y en la responsabilidad ante las cosas de cada día.
De las numerosas fiestas que se celebran, a lo largo del curso, destacan las fiestas salesianas.
Es un gozo escuchar a alumnos de todas las edades, maestros y profesores y a exalumnos de diferentes generaciones, relatar con pasión lo bien que se lo pasan o se lo pasaban en las celebraciones de Don osco, María Mazzarello y María Auxiliadora.
¡Una experiencia inolvidable que es marca de nuestra identidad salesiana! ¡Dejan huella!
Un sin fin de actividades: celebración de la Palabra, Eucaristía, buenos días, tutoría, ofrenda de flores, entrega de las medallitas de María Auxiliadora a los más pequeños del colegio, juegos, teatro, deporte, bailes, concursos, movidas solidarias, excursiones… Todos podemos ser protagonistas, comprometernos en su preparación, aprender el valor del esfuerzo y del darnos a los demás. Así vivimos unos días muy especiales para celebrar en ellos el amor que Dios nos ha manifestado y que todos queremos experimentar.
Destacamos también los tiempos litúrgicos, que vivimos con intensidad en nuestro colegio: En el tiempo de Adviento nos preparamos para celebrar la Navidad. Nos ayuda a ello la ambientación de los espacios, los Buenos días, la sesión especial de tutoría. Lo vivimos también en clave de solidaridad, con la tradicional Campaña del Bote (recogida de alimentos que llevamos a Caritas).
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