Os presentamos el lema pastoral que nos acompañará los dos próximos cur- sos: “Confía”.
En un primer momento nos puede parecer “minimalista”, ¡una sola palabra! Sin embargo, es una palabra que significa y que implica tanto… Es una actitud de vida, un modo de amar, que no solo me implica a mí o a ti, sino también a los demás y a Dios.
Confiar me lleva a vivir con un talante de esperanza, en el otro, en mí, en Dios y en el mundo que me rodea, de creer que lo mejor está por llegar, a pensar que juntos, con Jesús y María, podemos soñar y construir un mundo más humano, en paz, desde el respeto y la solidaridad.
Confía en ti, en tus capacidades, en todo lo que de bondad, de amor, de buena persona llevas dentro y que Dios ha puesto en tu corazón. Confía, porque “eres precioso para Dios” y estás llamado a descubrirlo y poner todo lo que eres al servicio de los demás.
Confía en el otro, en el que vive a tu lado y en el que no está tan cerca. Él tam- bién como tú es creatura habitada por Dios. Él ha puesto en su corazón la mis- ma nobleza, la bondad, la ternura que reside en el tuyo. Ayúdale a descubrirlo, a poner las fuerzas en común con la convicción de que juntos podéis construir un mundo más humano y justo y, en definitiva, mejor.
Confía en Dios, porque Él confía en ti, tiene un sueño para ti y te sueña pre- cioso. Él lee tu corazón y sabe todo lo bueno que hay en él. Él te acompaña todos los días “hasta el fin del mundo” y te envía a ser “buena noticia” para los demás.
La palabra “Confía”, este curso, irá acompañada de una imagen muy potente, un nudo, pero no uno cualquiera es el nudo del ocho. A lo mejor no sabes lo que expresa, pero te lo cuento. Es un nudo que expresa: seguridad y resisten- cia. Su forma estable y segura simboliza la resistencia y la confianza en las conexiones fuertes. También implica unión y conexión, pues el acto de atar un nudo implica unir dos extremos y esto simboliza la conexión y la unión entre elementos o personas. Expresa, además, eternidad, ya que su forma cerrada puede interpretarse como un lazo que no tiene principio ni fin simbolizando la continuidad, la renovación o la permanencia. Por último, emana de este nudo la idea de perseverancia, necesaria para lograr objetivos, superar obstáculos y enfrentar desafíos para alcanzar metas.
Para terminar, este curso tendremos una Palabra de Dios que será luz para nuestro camino “NO TEMAS, YO ESTOY CONTIGO, NO TE INQUIETES” (Is. 41, 10 y 13).
Ninguno de nosotros sabemos lo que está por llegar, ya nos gustaría muchas veces, pero lo que sí sabemos es que Él está y estará con nosotros siempre, que no nos suelta de su mano. Así que… ¡CONFÍA! Porque Él es tu esperanza.